Junto a otras pacientes, familiares y el equipo de Psiclo, lo celebramos y nos despedimos.

¡Gracias Magda @magdaarguello_ por habernos permitido acompañarte y ser agentes de cambio hacia una vida mejor!

Magda terminó su tratamiento de TCA.

Feliz, con una hermosa sonrisa, nos dejó este testimonio sobre su recuperación.

Una mañana de junio hace 3 años.

Esos momentos exactos que no te olvidás.

En una mesa desayunando mi mamá, mi papá, mi hermana y yo.

Físicamente yo, porque en realidad nunca estaba presente, mi cabeza venía siendo hace muchos meses un mar de pensamientos, una lucha diaria, todo era enojo y oscuridad, ganas de no seguir peleando, ganas de que se acabe.

Esa mañana, completamente agotada, pude hablar.

Sin entender muy bien qué me estaba pasando, pero el miedo que le tenía a mi cabeza y las ganas de no estar más en este plano, me decían que grite por ayuda.

Mis papás y mi hermana, mi red más enorme y hermosa de amor, encontraron Psiclo y empezamos juntos el recorrido.

A esa Magda que pudo hablar le digo gracias eternas por querer seguir, por no dejar que el cansancio le gane, por abrirse a sanar y a confiar en que se podía salir de esta cárcel que se genera con la enfermedad

Tan chiquita y llena de miedos, así me sentía.

Hoy me voy siendo otra persona, porque si algo pasa en Psiclo, es transformación.

Me voy resignificando cada momento de la vida que me generó dolor, resignificando mi enfermedad, agradecida de lo que me trajo para sanar y descubrir de mí misma,  para crecer y romper con tantas creencias y dolores arrastrados.

Gracias Psiclo por este lugar del amor, me lo llevo para siempre en mi corazón.

Las recibidas de Vale.

Los grupos, un espacio tan mágico que, sin conocernos tanto, generamos un vínculo tan fuerte y hermoso desde la emocionalidad y el entendimiento.

Gracias Juli por recibirnos siempre con tu sonrisa y escucha.

Jose, mi gran compañera de estos años, me hiciste crecer tanto, siempre era lindo saber que te veía y que iba a escuchar las palabras necesarias. Agradezco que hayas sido mi terapeuta y que el tratamiento nos haya cruzado.

Hoy puedo decir que me siento libre, orgullosa de la persona que me convertí, sincera a lo que necesito y a lo que me hace bien.

La frase parece repetitiva, pero es real: sí se puede salir, por más que el miedo y el dolor nos haga creer que no, hay que confiar en este lugar y en todas las personas que forman parte, y más que nada en uno mismo, sin darte cuenta el proceso se va generando y la sanación llegando.

Gracias por siempre a toda esta etapa, y gracias a mí, me abrazo muy fuerte con mucho orgullo y amor, y a esa Magda muerta de miedo que pidió ayuda esa mañana, le digo lo logramos, ya podes descansar️

Magda Argüello