L@s pacientes
encuentran en Psiclo un espacio de contención y de generación de cambios para mejorar su calidad de vida.
Por eso, asumimos nuestra atención diaria en forma interdisciplinaria, con vocación, experiencia y compromiso genuino.
Palabras de nuest@s pacientes
Empecé el tratamiento hace un año, y según mis papás y mis amigos, el cambio es notable… Supongo que cambié, ya no soy esa versión mía a la que tanto me aterra volver, la que sufría un atracón todos los días”.
Me negaba a verme enferma, esto me generó muchísima angustia y fue lo que me impulsó a poner un ‘basta’, no podía seguir así ni quedarme de brazos cruzados y me propuse empezar el tratamiento y poner lo mejor de mí en esto. Empecé el tratamiento en Psiclo porque tenía malos hábitos alimentarios y me empecé a ordenar y a relacionarme de nuevo con la gente”.
Me siento mucho mejor que cuando comencé el tratamiento. Rompí algunas barreras de mi cabeza y otras siguen ahí, pero con el tiempo las voy a romper. Tengo mis problemas, pero el tratamiento me ayuda a enfrentarlos de la mejor manera: es como agarrar una mano que me guía”.
Todo empezó hace un año y en octubre del año pasado todo era un caos. Mis días eran muy tristes, no podía dejar de pensar en esto que me hacía bien (supuestamente para mí), pero me estaba haciendo mal realmente. Mi mejor amiga y mi novio, un día me empezaron a hablar en el colegio y yo no dejaba de decir que no me pasaba nada, que no era grave. Sí, gracias a mi familia y amigos pude agarrar esto a tiempo”.
Creo que mi llegada a Psiclo fue un antes y un después en mi vida. Pude darme cuenta que esta enfermedad llegaba a mi vida para avisarme que quizás estaba yendo por el camino incorrecto, que esta vida no se trata de apariencias, que ser mejor persona es más importante que tener un cuerpo bonito, porque al final, lo de adentro es lo único que cuenta. La lluvia llega cuando todo está muy seco, aplana lo que está dando vueltas y hace florecer lo que quiere salir”.