10 de septiembre

Día Mundial de Prevención del Suicidio

“Escuchá” aunque no hable

El estigma social y la falta de conciencia son los principales obstáculos para que alguien pide ayuda cuando tiene ideas de suicidio.

Familiares y el entorno tienen que “escuchar” aunque la persona no hable. Es decir, prestar atención a los cambios de ánimo y de conducta cuando duran semanas, y descartar que sean cuestiones pasajeras.

No esperes a que te pidan ayuda ni que acudan de ninguna manera. Una forma de acercarte puede ser: “Parece que estás triste. Podemos hablar de lo que sea, estoy abiert@ a escucharte porque te quiero y me importa lo que te pase”.

Adolescentes, jóvenes y adultos que intentan suicidarse, no tienen problemas subyacentes de salud mental, pero, en la mayoría de los casos, dan señales de que están pensando en terminar con sus propias vidas.

Factores que puede incidir:

  • Pérdida de un ser querido por muerte, divorcio o traslado.
  • Bullying o acoso, en persona o en línea.
  • Discriminación, rechazo u hostilidad por identidad de género u orientación sexual.
  • Ser testigo o sufrir violencia o abuso doméstico.
  • Racismo, discriminación e inequidades y factores de estrés relacionados.
  • Antecedentes familiares de suicidio o problemas de salud mental.
  • Estigma (la creencia de que es incorrecto o vergonzoso hablar sobre salud mental o suicidio).
  • Fácil acceso a armas de fuego u otras herramientas y sustancias potencialmente mortales.
  • Inestabilidad financiera que genera preocupación e inseguridad
  • Suicidio en la escuela o grupo de amigos.

Ante la menor duda, pedí ayuda profesional por teléfono al 0351 426 5755 // 0351 226-6135 o 08003451435.

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