¡Uf, la CULPA después de comer!

¡por qué después de comer sentimos que hicimos algo mal?

La culpa: ¡por qué después de comer sentimos que hicimos algo mal?

Si bien la sensación de culpa puede ser el puntapié de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), son muchas las personas que la sienten luego de comer.

En primer lugar, hay que saber que comer no es sólo una acción de supervivencia vinculada a la nutrición, sino que para el ser humano es también una conducta atravesada por factores sociales y culturales, vinculada al disfrute y a la vida en sociedad.

¿Por qué sentimos culpa después de comer? Esas emociones negativas se asocian con la crítica, el autocastigo y la percepción negativa del propio cuerpo.

Cuando operan trastornos de la conducta alimentaria puede ocurrir, en extremo, que la alimentación se transforme en un comportamiento compulsivo más asociado a satisfacer emociones que necesidades fisiológicas de alimentación.

En esos casos, la culpa se vuelve patológica y son esos sentimientos negativos los que potencian la conducta alimentaria.

Detrás de estos sentimientos negativos hacia la comida existe un culto a la delgadez, porque esa culpa se asocia con la ingesta de alimentos más calóricos y menos saludables.

¡Importante!

Vivir con culpa conlleva sufrimiento.

Prestar atención al tiempo que llevamos experimentando culpa asociada con la alimentación.

Si ese sentimiento se sostiene en el tiempo, es aconsejable hacer una consulta a algún profesional de la psicología para evitar un trastorno en la conducta alimentaria.

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