
Un atracón, ¿y después?
Comer bastante más que lo normal en, por ejemplo, 2 horas, es lo que se consideran un atracón.
Tod@s solemos comer más de la cuenta en alguna ocasión, pero el trastorno por atracón es un problema de la conducta alimentaria que lleva a comer grandes cantidades de alimentos en un corto periodo, y no hace bien ni pone feliz a nadie.
De hecho, las personas que comen desenfrenadamente, después sienten vergüenza, culpa y mucho enojo. Pero luego, vuelven a comer en exceso, lo hacen compulsivamente y sienten que pierden el control de su alimentación.
En general, tienen sobrepeso u obesidad, aunque pueden tener un peso normal.
A diferencia de la bulimia nerviosa, en el trastorno por atracón no se buscan conductas compensatorias. Por lo tanto, las personas, no consumen diuréticos ni laxantes, tampoco se provocan vómitos.
Se considera que una persona tiene trastorno por atracón cuando pasa por, al menos, un atracón, una vez por semana, durante tres meses.
Si creés que es tu situación o la de alguna persona cercana, tenés que saber que hay tratamiento, que se puede ayudar y modificar.
¡OJO! Las personas con atracones alimentarios suelen ser expertas en disimular y esconder su problema. Para ayudarla, se recomienda hablar sin rodeos, ofrecer acompañamiento y buscar asesoramiento especializado.