Vive pendiente de la comida y se aísla

Dos de las claras señales que alertan sobre un posible Trastorno de la Conducta Alimenticia (#TCA).

Y vos querés ayudar a esa persona. Te sugerimos:

Podrías expresarle: “me parece”, “quizás tenés problemas con la comida”.

NO la acuses, condenes ni le pidas que confiese NADA.
Sugerile ayuda profesional, comentándole que hay instituciones especializadas y mencionale el nombre de la que recuerdes.
Si la persona se resiste, no podés obligarla a pedir ayuda, pero NO TE QUEDES EN SILENCIO como si nada sucediera. Decile que te preocupa lo que estás advirtiendo. Y reafirmale que cuando quiera y considere oportuno, pueden hablar de su problema.
NO te pelees por tema del peso y de la comida, porque no va a servir.
Tené en cuenta que en los trastornos alimenticios intervienen aspectos de control y si intentás controlar a la persona, ella siempre ganará.
No intentes manipularla con recompensas, castigos o culpabilidad. Ninguna de estas tácticas funciona. La clave está en hacerle sentir nuestro soporte.
Tanto si la persona está en tratamiento como si no lo está, no cometas el error de intentar cambiar su comportamiento. Que sea él/ella quien lo haga, ya que es el único/a que puede cambiarlo. Si te implicás en exceso, es muy probable que te enojes y termines quemándote. Aunque sea frustrante, esto es todo lo que podés hacer por esa persona que te preocupa.
Si lográs que asuma, aunque sea en parte, su comportamiento, mientras la tratás con dignidad y comprensión, es probable que busque ayuda y comience a cambiar.