Con frecuencia, los desórdenes alimenticios en adolescentes y adult@s jóvenes, no son percibidos por la familia, ni por médic@s ni por el entorno.

A menudo no se presta atención a hábitos distorsionados con respecto a la comida y al ejercicio o se los entiende como una situación transitoria de la adolescencia.

¿Qué sucede?

Todo parece que estuviera bien según las creencias comunes en cuanto al peso. Sin embargo, muchas personas tienen problemas con la alimentación.

Dos ejemplos

Bulimia: se cree que las personas con este trastorno alimenticio son delgadas. En realidad, tienen un peso normal o un poco de sobrepeso.

Ganar músculos y peso: el 22% de varones y 5% de mujeres de entre 18 y 24 años, buscan ganar peso y desarrollar músculos con hábitos alimenticios riesgosos, según una reciente investigación de la Universidad de California. Consumen proteínas en exceso y descartan las grasas y carbohidratos. También utilizan suplementos dietéticos y esteroides anabólicos que no tienen una comprobación de seguridad para la salud.

¿Qué hacer?

Prestar atención, porque las conductas alimenticias que no son equilibradas, suelen complicar el crecimiento y la salud.

Consultar con especialistas que puedan hacer un diagnóstico y orientar en el tratamiento.

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